Ses Salines es un pueblo encantador conocido por su ambiente relajado y su belleza natural. Rodeada de impresionantes paisajes y cerca de playas vírgenes, ofrece a los visitantes un retiro tranquilo lejos de las bulliciosas multitudes de turistas.
Ses Salines, situado en el sureste de Mallorca, cuenta con un pasado histórico debido a su fértil terreno, junto con su puerto contiguo, Colonia St Jordi. El pueblo es famoso por sus antiguas minas de sal. Con el tiempo, la producción de sal se ha convertido en una industria destacada en la región, con la exportación de sales gourmet aromatizadas.
Los visitantes pueden explorar las Salinas de Levante y las Salinas de Poniente, unas salinas en funcionamiento desde la época romana, que ofrecen una visión de la historia de la isla y de los métodos tradicionales de producción de sal.
Uno de sus principales atractivos es la cercana playa de Es Trenc, famosa por sus aguas cristalinas y sus arenas blancas y pulverulentas. Para los entusiastas de la naturaleza, el Parque Natural de Mondragó ofrece oportunidades de practicar senderismo y observación de aves en medio de una exuberante vegetación mediterránea.
En el propio pueblo, los visitantes pueden pasear por sus pintorescas calles, visitar los mercados locales y cenar en auténticos restaurantes que sirven deliciosos platos de marisco y cocina tradicional mallorquina.
Alquilar un chalet en Ses Salines permite a los huéspedes sumergirse en la vida lenta de la región, relajándose en la playa, explorando reservas naturales o sumergiéndose en la cultura local. Ses Salines ofrece una deliciosa escapada a los viajeros que buscan el sabor de la auténtica Mallorca.
Ses Salines, enclavada en la costa sureste de Mallorca, ofrece acceso a algunas de las playas y calas más vírgenes de la isla.
Entre las joyas costeras más destacadas están Playa de Es Trencfamosa por sus aguas cristalinas de color turquesa y su suave arena blanca, que la convierten en un paraíso para bañistas y amantes del sol.
Para los que buscan un retiro más tranquilo, Cala Santanyí ofrece una pintoresca cala rodeada de escarpados acantilados y exuberante vegetación, que proporciona un entorno idílico para relajarse y bucear.
Además, Cala Llombards presume de un paisaje impresionante, con su bahía en forma de media luna enmarcada por acantilados rocosos, lo que la hace perfecta para pasar un día nadando y tomando el sol.
Tanto si te apetecen vibrantes vibraciones playeras como calas solitarias, Ses Salines y sus playas cercanas prometen una inolvidable escapada junto al mar.
En Ses Salines, encontrarás un montón de opciones locales que te encantarán. Además, en zonas cercanas como la Colonia de Sant Jordi, hay aún más opciones para todos los gustos.
Cassai Gran Café y Restaurante se encuentra en una casa tradicional mallorquina de más de 300 años de antigüedad. Su menú incluye productos de primera calidad, y el entrañable ambiente atrae a los clientes a volver una y otra vez.
Casa Manolo (Bodega Barahona) es otro lugar estupendo para cenar. Este restaurante sirve cocina típica mallorquina, con especial énfasis en los arroces, el pescado y el marisco.
Entre los restaurantes de visita obligada se encuentra otro restaurante de la familia Cassai – Casa de la Playa Cassaisituado a orillas de Cala Esmeralda. Este club de playa y restaurante sirve platos de inspiración mediterránea con impresionantes vistas al mar, creando un ambiente perfecto para una comida memorable.
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